Enrollarlo como una hoja de papel, adaptarlo a la forma de cualquier parte del cuerpo, apretujarlo para que entre hasta en el bolsillo más chico... En el mercado hay cada vez más indicios de que los dispositivos tecnológicos flexibles son el futuro.
Hace algunos días, Samsung lanzó el primer celular con pantalla curva. Y LG está produciendo el suyo. De acuerdo con una análisis de la BBC Mundo, este tipo de dispositivos son el primer paso de una nueva tendencia. "Puede que estos teléfonos no sean jugadores clave en este momento, pero definitivamente indican lo que viene", destacó Manoj Menon, de la consultora Frost & Sullivan.
Y lo que viene es la tecnología flexible: dispositivos que puedan colocarse alrededor de las muñecas o teléfonos inteligentes cuyas pantallas se doblen en los lados o hacía atrás y que se vuelvan puramente táctiles, sin botones. "Los wearables (usables) son una gran categoría que está a punto de estallar. Las pantallas curvas nos permitirán doblar la tecnología sobre todo nuestro cuerpo como nunca antes", le dijo a la BBC Mundo Stuart Miles, de la revista especializada Pocket-lint.
Ojo: esto no ocurrirá el mes próximo ni el año que viene. Miles cree que deberán pasar 15 años antes de que podamos verlo. Es que aunque las pantallas curvas sean flexibles, los componentes internos de los teléfonos y la carcasas no lo son. Los científicos contratados por las grandes empresas están trabajando para superar este obstáculo, pero todavía les queda un camino largo.